ibero gutierrez


LA MIRADA


la mirada es la piedra arrojada

a la distancia.

o una noche en un bosque nevado


o el agua tormentosa de la fuente

que siempre va primero

que el guijarro

a quien arrastra.


* * *


hay una noche
en cada noche

(es una antigua noche)

del alma en una nube


hay una noche

dormida
en cada luna

(es una antigua luna)

del cielo desolado

y los cohetes


del hombre habitado
en cada solo

en cada antiguo cielo

solo del mundo

y cada luna.



* * *


66 brumas son todo

este desconsuelo


ahora extraño tu calor

cuando te veo estar

en mis zapatos de ilusión


el sol se apagó

en mi mano desde ti


hay una calle

con el sonido de aquellos inviernos


hoy están

en la media botella vacía de ron


es todo esto

inconexo quizás

te miro en el ojal

cubrirte con mi voz


el ambiente se llenó
se cumplieron 15 años y es

la oportunidad


viví el Uruguay

esperándome a mí

si tomas el 21 llegas

en media hora


la puerta está con llave

pero puedo esperar

(ojo;

66 brumas

nada más)


* * *


ya está

el mundo se vació de golpe

y por mi culpa

hoy sale el sol

y las babas del diablo cruzan

por el cielo limpio

y vacío

por mi única culpa

vacío y limpio

el sol saliendo

hoy ya sin mundo.


* * *


Si he de morir luchando prefiero

morir luchando pero no

entre grandes edificios

o contra una cuneta desangrado.


Si he de morir luchando prefiero

morir luchando pero

entre montes y helechos

para sentir a modo de exorcizo

el aroma de la tierra

y el canto de los grillos.




Estos 5 textos poéticos pertenecen a Obra junta (1966 – 1972) (Estuario editora, 2009).



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Ibero Gutiérrez (1949, Montevideo, 1972)

Artista autodidacta, desde los 14 años mostró un talento precoz por la plástica, la poesía y el teatro, a las que se consagró. A los 18 años obtiene, con su ensayo, el Premio Internacional Radio La Habana, que le permite viajar a Cuba, y pasar por Madrid y París, donde contactó con protagonistas del Mayo de 68. Como estudiante de derecho y Humanidades fue delegado de la Federación de Estudiantes (F.E.U.U). Participó del Movimiento de Independientes “26 de Marzo” desde su fundación. Se casó a los 22 años con Olga Martínez Beauxis. A partir de 1969 –cuando fue procesado por “asociación para delinquir”, en un juicio escandaloso para juristas de entonces- su vida transcurre entre kafkianas detenciones. El 28 de febrero de 1972, su cuerpo fue encontrado en Camino de las Tropas, atravesado por múltiples impactos de bala calibre 38. El 2escuadrón de la muerte” (Comando Caza Tupamaros) se adjudicó el violento asesinato, Mario Benedetti, quien primero difundió poemas suyos, consignó: “uno de los poetas mejor dotados de una generación que se formó entre dos fuegos: la rebeldía y la represión.” Su poesía recién se dio a conocer de manera orgánica en Antologías I y II, realizadas por Laura Oreggioni y Luis Bravo (Arca, 1987 y 1992). En setiembre de 2009 el Museo de la Memoria (organizó) la exposición multidisciplinaria, Arte y Política, al cumplirse 60 años de su nacimiento. Doble acto de justicia para el artista y para el hombre siempre joven que es Ibero Gutiérrez, un caso único en la historia de la literatura uruguaya. Recientemente Estuario editora publicó su Obra junta (1966 - 1972) bajo el intensivo cuidado de Laura Oreggioni y Luís Bravo.

estela figueroa



El nunca


Nunca tuve un amado

que hiciera un largo viaje por los campos para verme.

Nunca le saqué las botas a un hombre cansado.

Nunca tuve un amado.

Nunca viví en el campo.

Pero hice de mi casa un lugar

donde brindo tierna hospitalidad a las plantas y los

animales.

Nunca supe qué me quieren decir los ojos de un

hombre

cuando me dice que me quiere.

Pero conozco muy bien la mirada de mi perro.


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Pequeños asesinatos


Una noche en que volví tarde a casa

la vi disparar rauda y oscura

desde el canasto de papas que está en un extremo

de la cocina

hasta el otro

al costado de la heladera

donde acumulamos botellas vacías de vino y

gaseosas

que en gloriosas jornadas de limpieza

sacamos a la calle.


-: Tenemos una laucha –dije a mi hija Florencia-.

Es gorda. Vive detrás de la heladera.

Habrá que matarla –me contestó ella.

Habrá que poner triguillo fuera del alcance de Toto.

(Toto es nuestro perro)

Pero pasaron los días

y ninguna de las dos iba a la ferretería

en busca del triguillo.

Y la laucha seguía corriendo rauda y oscura de un

extremo a otro

-en la cocina-

ante la mirada curiosa de Toto

y ya sin importarle si estábamos nosotras o no.


-: Esta laucha se está tomando mucha confianza

recuerdo que dijo mi hija.

Bueno.

De manera que a la mañana siguiente me encaminé a

la ferretería

y compré el triguillo Drumolive

hecho con glándulas disecadas de roedores

lo cual –según decía el prospecto-

ejerce una poderosa atracción sexual sobre sus

iguales.

La caja estuvo envuelta varios días sobre la mesa de

la cocina

hasta que Florencia

-que es más expeditiva que yo para estas cosas-

abrió el paquete una noche

llenó potes con buena parte de su contenido

y acomodó estos potes estratégicamente.


Durante varias mañanas

mientras yo tomaba té leyendo a Carver

la sentí comer ávidamente.

Es cierto. Nadie

nada escapa

de lo que implica una atracción sexual.

Los ruiditos terminaron

y Carver y yo quedamos solos.


Charlando sobre la proximidad de una jornada de

limpieza de la casa dijo mi hija

-: Parece que la laucha se murió. Ya no se la oye.

-: Es cierto –respondí-. Yo tampoco la oigo. La

matamos.


Ambos poemas pertenecen al poemario La forastera (Ediciones Recovecos, 2007).


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Estela Figueroa (1946, Santa Fe)

Nació un 12 de agosto en la ciudad de Santa Fe, donde reside. Coordinó distintos talleres literarios en el Pabellón de menores de la cárcel de Las Flores; lugar donde editó la Revista Sin alas. Desde su aparición en 2001, dirige la Revista La Ventana, que edita la Dirección de Cultura de la Universidad Nacional del Litoral, donde a su vez trabaja en otros talleres de escritura. Es colaboradora en el diario El Litoral (Santa Fe) y ha sido publicada en nuestro país como en el extranjero. Publicó un libro de reportajes, El libro rojo de Tito (1988) y compiló un volumen de ensayos, Un libro sobre Bioy Casares (2006). Sus poemarios son: Máscaras sueltas (1985), Maschere mobile (1987 - edición italiana de “Máscaras sueltas”), A capella (1991) y recientemente, La forastera (Ediciones Recovecos, 2007 – edición subsidiada por la Secretaría de Cultura del Gobierno de santa Fe).

paula irupé salmoiraghi

El último elemento


El fuego.

Vos y yo caídos en el fuego.

Las llamas nos crecen sobre la piel

nuestros contornos se muerden

nuestras siluetas se derriten

nuestro calor

es danza humeante entre los leños.


El agua.

Vos y yo tapados por el agua.

Las mareas nos empujan

nuestras curvas se hamacan

en un vaivén sin rito

la humedad nos carcome

las entrañas los deseos.


El aire.

Vos y yo flotando sobre todo.

Un soplo nos revuelca entre neblinas

Nuestras carnes se alargan

se estiran se desdibujan.

Mi pelo se enreda en tu ombligo

en tu grito en tu miedo.


La tierra.

Vos y yo sepultados…

Sepultados… sepultados.

Vos y yo sepultados…

Vos y yo.



Este poema pertenece al poemario Mi tren monoplaza (Ediciones del Dock, 2010).



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Paula Irupé Salmoiraghi (1969, Buenos Aires)
Enseña Lengua y Literatura y traduce del francés. Sus poemas y escritos fueron publicados en diferentes revistas y también en medios digitales. Publicó un único poemario, Mi tren monoplaza (Ediciones del Dock, 2010), que junta algunos de sus poemas escritos entre 1986 y 1991.